El mar prohibido para un bucanero sin timón




Naufrago por las penas de un mar receloso de la costumbre, la desdicha desampara a este pobre marinero que tan solo echando un vistazo a su miseria se adentra en lo mas profundo de si mismo. ¿Pero como cuestionar lo que llego por si solo? ¿Es culpa de este viejo marino el querer adentrarse en un nuevo océano prometedor de aventuras inimaginables?


Nuevas aguas, prometedoras de lujuria que solo un marino puede imaginar. Es tiempo de decidir y lo que veo es que mi botella de Ron esta semi-vacía y mis ganas de seguir en tierra son cada vez más efímeras. Es tiempo ya... Zarpar a nuevos horizontes prometedores, que en los cuentos de un viejo español pariente de Sinbad "El marino", pinta que los labios del mar están solos y necesitan de compañía.


Es lo más tonto que se me pudo ocurrir, enfrentarme al destino y los brazos del mar en tan pequeño velero, pero sin duda el quererme adentrar en las caderas del océano es más que capricho que solo me impulsa navegar mi nave a una dirección incierta y con la esperanza de ser recompensado por Poseidón.    





       Ahogarse es una probabilidad evidente,
 pero quiero adentrarme entre las faldas de la hermana de Tierra. 

Comentarios